viernes, 15 de enero de 2016

Pero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba


Evangelio según Lucas 5,12-16

Estando en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra que, al ver a Jesús, se echó rostro en tierra y le rogó diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.» Él extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al instante le desapareció la lepra. Le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: «Vete, preséntate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio.»
Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. Pero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba.
REFLEXIÓN:
Algo que no entendemos plenamente todavía y que le falta a todos los cristianos católicos es darse tiempo para la Oración. Esa intimidad con Dios. Ese contar con Dios. Orar (pedir, ofrecer), meditar y contemplar.
Cuando Jesús enseña a orar a petición de sus apóstoles empieza diciendo PADRE NUESTRO. El secreto para empezar a orar con perseverancia y constancia es ser cada vez más conscientes de la FILIACIÓN DIVINA: Dios es mi Padre y yo soy su hijo. 
La ternura por verse familia, hijo de la Sagrada Familia. Empero la tarea de cada uno es profundizar esa relación de tal manera que no se convierta en una relación tibia, sino profunda de un dialogo coloquial y profundo, constante.
A veces tendrán más dificultad para tener una conversación ardua con Dios los hijos cuyos padres hayan enseñado un mal concepto de la autoridad paterna. Por eso es necesario el dialogo familiar, permanente y constante. Que permita a los hijos aprender una oración fluida con Dios.
Hay poco dialogo con los hijos, hay poco trato de ellos con Dios.
Si los hijos somos conscientes que esa autoridad paterna aprendida no nos favorece hemos de perdonar y pedir perdón para nuestro árbol genealógico, romper esas cadenas que nos arrastren al pasado y luego, indultados con misas de indulgencia que podemos ofrecer asistiendo, confesados, comulgados; podamos liberar a nuestros seres queridos de sus penas; liberados ellos estaremos mejor también nosotros.
Dios es Padre y entonces rotas las gruesas paredes que nos permitan vivir en familia, traumas, desaprobaciones, temores, resentimientos; podremos mirar mejor a Dios. Y si nos toca la tarea de ser padres, pidamos a Dios ese perdón para no cometer esos gruesos errores con nuestros hijos.
Hacer un examen de conciencia es adentrarnos en nosotros mismos, no hay mayor bien que podamos hacer a la sociedad, a la familia a la Iglesia, que la sanación del propio yo y el perdón para nuestros que duermen eternamente. Mientras vivamos y a los vivos nos corresponde pedir perdón,- los muertos nada pueden hacer-, pero nosotros todos si; las indulgencias por nuestros pecados, pero sobre todo por nuestros familiares.
Al ver nuestra lepra, familiares y personales, la de los que andan al lado nuestro, vayamos a nuestro Dios, Padre, Amigo, convencido de que todo lo puedo y digamosle desde la genuflexión:
«Señor, si quieres, puedes limpiarme.» Él extenderá la mano, y tocándonos dirá: «Quiero, queda limpio.»
¿QUIERES ESO?
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A LA LUZ DE CRISTO AMIGO:
COMISIÓN DE CATEQUESIS

jueves, 14 de enero de 2016

SI VIS POTES ME MUNDARE: "SI QUIERES, PUEDES LIMPIARME"


Del santo Evangelio según Marcos 1,40-45

Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme.» Enternecido, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio.» Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.» Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes

REFLEXIÓN:

Cuando hay consonancia entre lo que pide un corazón y el corazón de Cristo, el milagro se da. El leproso tenía fe en Jesús, una fe total: SI QUIERES PUEDES LIMPIARME, es decir el fin último de su vida, su salud, la recuperación, la vuelta a la vida, salir de la marginación absoluta y de la muerte en vida, degradante dependía de El, de Cristo Jesús. 
Y Jesús al ver su fe, su petición se enternece, y como el mismo Amor que es el mismo Jesús le dice: QUIERO, QUEDA LIMPIO, y al instante la lepra desapareció. Y es que es Dios; dueño de la vida y de la muerte. EL poder de darle a cada ser humano la plenitud de la vida si quiere.
¡Cuántos leprosos, cuántos ciegos, cuantos mudos, seguirían en su lepra, en su ceguera en su silencio!. No tenían la fe del leproso, no querían, por lo menos no tenia la fe y la entrega que tenía el leproso. Quiere como el leproso, ama como el leproso, pide como el leproso; ten un corazón humilde y sencillo que sólo es acuñado con el sufrimiento.
Jesús sabía que iba a se buscado por todos, trayendole sus enfermedades por eso le adviritó:«Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.» Lo importante y primero era enseñar la Doctrina que es la fuente de todo mal. Los milagros se seguirían dando si se tienen la fe formada en una sana Doctrina.
Los milagros se dan y se siguen dando.
Y se dan todos los días gracias a la Doctrina que enseñó y era preciso enseñar, y es preciso en cada generación enseñar. Para que cuando nos toque cargar nuestra "lepra" tengamos esa sintonía que saben lo corazones que sufren: "SI VIS POTES ME MUNDARE" entonces se dará el milagro.

miércoles, 13 de enero de 2016

Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios


Evangelio según Marcos 1,29-39

Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan.» Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.» Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.

Reflexión:
El Evangelio relata el poder de nuestro Señor,esta vez para curar enfermedades. Y hace ver que la Santa Biblia diferencia entre enfermedades y posesión demoníaca: "le trajeron todos los enfermos y endemoniados". Ante los que respondió a sus males: "Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios". Curaba y exorcizaba.
Queda claro que si bien los podía expulsar a los demonios; no los eliminaba: "Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían."
Corresponde a la libertad del hombre ahora que tenemos los sacramentos convivir y hacer común unión con el mal, incluso dejar que tome posesión de nuestras vidas al consentir pecados. Por eso hay muchos buenas gentes que conviven con el mal; y por eso mismo el infierno esta lleno de buenas gentes. Normalmente de lo que padecen los buena gentes es de tibieza: ni frío, ni caliente.
Había dicho que todo se combate con ayuno y oración, y el mismo Jesús siendo Dios lo practicaba: "fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración". ¿Crees que no debes orar, buscar esos momentos solitarios para rezar, orar, comunicar, hablar con Dios?.
También nos dice que Jesús va en buscan de quien en verdad lo necesita y no se deja encontrar por aquellos que solo lo buscan con afán utilitarista: "Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan.» Él les dice: «Vayamos a otra parte,...". ¿Buscas realmente la conversión, el cambio radical de tu vida?, o buscas a Jesús para que te solucione ese problema que tienes y sigas viviendo igual; si es así tal vez entiendas el por qué no te concede aquello que siempre pides.
Por ultimo nos relata San Marcos, el afán, las ganas de Jesús, de la Palabra viva por anunciarse: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.»...por darse a conocer a todos y con todos contigo y conmigo también. Y muchos cristianos viven y conviven con el demonio mudo, sin anunciar el Evangelio: ¿crees que por cristiano que eres no debes anunciar la Palabra a tus amigos, en tu familia, con los tuyos? o ¿crees que es necesario guardar silencion ante la Palabra; pero si pedir aquello que necesitas?
RECONCILIATE, CONFIÉSATE, COMULGA, AYUNA, ORA, Y luego A LA ACCIÓN, LA ACCIÓN SOLO DESPUÉS; LUEGO PIDE, PIDE Y PIDE QUE NADA SE LE NIEGA AL CONVERTIDO SI ES PARA SU BIEN.

MARTES 12: "...enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas".


Del santo Evangelio según Marcos 1,21-28


Llegan a Cafarnaún. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.» Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.» Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.» Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea
REFLEXIÓN:
Enseñaba con autoridad, quedaban asombrados de su doctrina justamente porque la VERDAD hablaba de la verdad. La Luz enseñaba los senderos de luz. Hablaba el bien del bien mismo, habla la fuente de fe de la fe, hablaba el amor mismo de la caridad; hablaba Dios de vida eterna. Se sentía su autoridad. ¿Quién más que Dios Padre Creador para enseñar al hombre su Camino, a través de su Palabra encarnada?

No solo tenía poder sobre las fuerzas naturales, ante la naturaleza misma, y las leyes universales le obedecían, caminar sobre las aguas, aquietar tormentas y tempestades; sino que tenia poder sobre el mal. Exorcizaba, expulsaba el mal de la persona y todos quedaban pasmados.
También la Iglesia expulsa el mal de nosotros a través de la confesión. La confesión es una forma de exorcizar y volver al estado de gracia al cristiano; pecar y vivir en pecado es una forma de vivir en comunión con el demonio, una forma de convivir con el mal.
EL peor de los males es la relativización de todo, parece que nada está mal. Que no hacemos nada de malo, que la Iglesia enseña cuestiones retrogradas, y que es aburrido todo. EL mal esta metido en la forma de ver cuestiones serias como la felicidad. De como concebimos la felicidad por tanto; de como llegamos a vivir, de la forma de vivir entonces se vuelve tan natural vivir mal y nos parece que vivimos bien.
Necesitamos el diario examen de conciencia diario para ir confesando los pecados y no permitir que el mal anide en el profundo interior del hombre. Necesitamos confesión permanente tanto como bañamos el cuerpo, y necesitamos comulgar, hacer comunión con el bien, con el Amor, con Dios. Dios habita en mi y no los rescoldos y descuidos de una vida espiritual tibia sin examenes de conciencia y sin confesión frecuente, y asi a veces con el templo sucio que es tu cuerpo, tu conciencia recibir indignamente al Señor. No comulgar no es la solución.
CONFIÉSATE, LIMPIA TU ALMA, EXPULSA EL MAL, Y HAZ COMUNIÓN CON EL

lunes, 11 de enero de 2016

«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,14-20):

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. 
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»

Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.


REFLEXIÓN:

Es Cristo quien llama, quien nos da la vocación cristiana, la recibimos y estamos inquietos y no paramos hasta descansar en su Gracia.
Es necesario corresponder con amor a la gracia de Dios, que nos llama aunque indignos a seguirlo en ese CAMINO VERDAD Y VIDA que es El mismo. Y aun ahora sigue llamando a muchos para ser levadura y sal de la sociedad, y haga fermentar la fe que será semilla en el corazón, en el alma de cada uno de nosotros.
Y nos corresponde a nosotros esparcir esa semilla que Cristo sembró en nuestros corazones:  «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
En esa tarea edificante de ser Y HACER Iglesia sigue latente su invitación:  «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.».
Solo si estamos con EL habrá la multiplicación de panes y peces para los hermanos, y habrá comunidad Por El, con El, y en El.
Si Dios Padre hablo creador, nos da la misión del creced y multiplicaos, con DIos Hijo tenemos la DOctrina,  «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.», donde el mayor trabajo lo hace la gracia de Dios que se infunde en el alma del cristiano, con la fuerza, la sabiduría y la prudencia que da el Espíritu Santo: entonces habrá que marchar, a proclamar el Evangelio de Dios.

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO

COMISIÓN DE CATEQUESIS.

domingo, 10 de enero de 2016

«Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»

Primera lectura

Lectura del libro del profeta Isaías (42,1-4.6-7):

Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el dereho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en las tinieblas.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 28

R/.
 El Señor bendice a su pueblo con la paz

Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R/.

La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. R/.

El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R/.

Segunda lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (10,34-38):

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Evangelio según san Lucas (3,15-16.21-22), del domingo, 10 de enero de 2016
Lectura del santo evangelio según san Lucas (3,15-16.21-22):

En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.» 
En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»

Palabra del Señor
hoy la reflexión es tuya:A LA LUZ DE CRISTO AMIGO COMISION DE CATEQUESIS.

sábado, 9 de enero de 2016

LA COMODIDAD ACABA CON LA MASCULINIDAD



OREMOS POR LA FAMILIA Y SUS DESAFÍOS EN TIEMPOS DE TECNOLOGÍA Y COMODIDAD
COMO EDUCAR EN EL ESFUERZO EN MEDIO DEL TENER TODO.



Señor quiero proclamarte a ti
Como Señor y Salvador de mi hogar,
quiero que seas el Rey de mi casa
y de mis seres queridos.
Entra en mi hogar
y toma posesión de él,
para que ningún mal se haga presente
en mí ni en mis seres queridos.
Protege mi hogar
de las personas violentas
y de todo lo que pueda alterar
la armonía familiar.
Que en mi casa no haya lugar
para la agresividad, la tristeza
la envidia, los celos, la venganza
la desconfianza, el egoísmo.
Que mi hogar
sea un espacio de verdadera paz,
una paz que se comunique, que se contagie,
que debilite todo impulso negativo.
Y pongo en tus manos
a todos mis seres queridos.
Libéralos de toda ira desenfrenada,
dales un espíritu de fraternidad,
de diálogo, de comprensión,
de amabilidad,
para que sean siempre
instrumentos de paz,
para que venzan el mal con el bien.
Que a través de ellos
sea tu paz divina la que se transmita.
Tómalos, Señor, con tu amor
y derrama tu Gracia
a través de sus palabras y acciones.
Arranca de ellos
toda palabra irónica,
toda reacción que lastime a los demás,
toda actitud hiriente.
Dales fortaleza y paz
para resistir y enfrentar
cualquier dificultad sin alterarse.
Libéralos de toda violencia
con la serena acción de tu Espíritu.
Amén.
Artículo originalmente publicado por Radio Maria