lunes, 31 de agosto de 2015

«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor».

Evangelio de hoy Lunes (Lc 4,16-30): En aquel tiempo, Jesús se fue a Nazaret, donde se había criado y,
según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor».

Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: «Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír». Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?». Él les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria». Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio». 

Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó.



REFLEXIÓN:

 Tal es el hablar de nuestro Señor que "estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca". nos refiere el Evangelio. La palabra de Cristo Jesús es Palabra viva. Pero al parecer el corazón de algunos hombres no está hecho para que se le diga la verdad.  Después de experimentar esa dulzura de la Palabra, viene la VERDAD: Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio». Nuestro Señor Jesús les prueba y con hechos que no habían tratado bien a los profetas salido de sus pueblos. A uno de su nación. 

Entonces tuvieran una reacción reprobable con el mismo Dios: 
Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó.
No se soporta la verdad y el mismo Dios resulta insoportable a tal punto que querían despeñarle, anularlo, silenciarlo.

Eso mismo sucede hoy, la Iglesia defiende el matrimonio, le dice no al divorcio, le dice no a la eutanasia, le dice si al celibato, le dice no al aborto, le dice no la matrimonio gay; y entonces la ira se levanta contra la Iglesia y  los que  la sostienen. Escuchan con agrado al Papa, pero si éste sostiene la verdad, la Iglesia resulta retrógrada, se vuelve centro de todos los rechazos.

Vemos ataques a cardenales, a sacerdotes y obispos con una actitud de querer anularlos, silenciarlos, despeñarlos si pudieran, aunque en su corazón ya lo hayan hecho: sólo por estar del lado de la verdad.

No obstante que el Señor Jesús había expresado: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor». Y a pesar de todos los rechazos y desaprobaciones han de cumplir su labor, contra todas esas voluntades que quieren y desean despeñar. 

También la Iglesia Universal tiene que cumplir su labor en medio de un mar de contradicciones, con el ánimo y la fortaleza que Cristo esta con nosotros,que El ha vencido al mundo, y que la muerte es solo una puerta que se abre al amor. Por eso hemos de repetir y con mas fuerza que "si Dios está con nosotros, ¿quién en contra nuestra?" EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE LA IGLESIA Y SOBRE EL PAPA Y TODOS LOS ESCUCHAN HABLAR CON AUTORIDAD.
GLORIA A DIOS

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISIÓN DE CATEQUESIS.






domingo, 30 de agosto de 2015

"En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres’. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres».

Evangelio (Mc 7,1-8.14-15.21-23): "En aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los
fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén, y vieron que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas. Es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos, y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas. Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: «¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?». Él les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres’. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres».
Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre».


REFLEXIÓN:

El seguimiento de Cristo ha de ser un seguimiento profundamente entregado, con todo el corazón, el cuerpo y el alma. En vano son los ritos y ceremonias por más bien cuidados que se realicen, con toda pulcritud exterior sino tenemos el cuerpo y el alma desasidos de los desordenes de este mundo: «Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre".

Por eso el camino de salvación que emprendamos tiene origen en el centro más interior del ser humano; de lo contrario Cristo dirá de nosotros hoy, como dijo de de los fariseos y de los hipócritas de su tiempo: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí".  Lo exterior ha de ser una expresión del interior del hombre. Si le damos importancia  a lo externo, al cumplimiento ritual y legalista; más que a la confesión sacramental y a la comunión misma sin la debida dignidad todo será en vano; así nos refiere Jesús: "En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres’. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres».

Cuidemos el corazón, vigilemos los sentimientos, el examen de conciencia es el acto que nos hará ver después de cada jornada esos sentimientos, pensamientos que hemos de cuidar y que Jesús nos exhorta a rechazar: "Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre».

Con esto el Maestro también nos enseña que si bien la conversión dura toda la vida no implica otra cosa que todos los días hemos de decidirnos por el bien. La conversión como el amor es decisión, una decisión que hemos de sostenerlo con el peso de la vida. Que Dios nos ayude a todos en la conversión diaria y que a ejemplo de Santa Rosa de Lima, nos decidamos a amar a Dios sobre todas las cosas en medio de las circunstancias y  obligaciones propias de nuestra vida.

A la luz de Cristo Amigo:
COMISIÓN DE CATEQUESIS

sábado, 29 de agosto de 2015

Martirio de San Juan Bautista: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano».

Evangelio (Mc 6,17-29): En aquel tiempo, Herodes había enviado a prender a Juan y le
había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto. 

Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?». Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista».El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.



REFLEXIÓN:

"Hoy recordamos el martirio de san Juan Bautista, el Precursor del Mesías. Toda la vida del Bautista gira en torno a la Persona de Jesús, de manera que sin Él, la existencia y la tarea del Precursor del Mesías no tendría sentido.

Ya, desde las entrañas de su madre, siente la proximidad del Salvador. El abrazo de María y de Isabel, dos futuras madres, abrió el diálogo de los dos niños: el Salvador santificaba a Juan, y éste saltaba de entusiasmo dentro del vientre de su madre.

En su misión de Precursor mantuvo este entusiasmo -que etimológicamente significa "estar lleno de Dios"-, le preparó los caminos, le allanó las rutas, le rebajó las cimas, lo anunció ya presente, y lo señaló con el dedo como el Mesías: «He ahí el Cordero de Dios» (Jn 1,36).

Al atardecer de su existencia, Juan, al predicar la libertad mesiánica a quienes estaban cautivos de sus vicios, es encarcelado: «Juan decía a Herodes: ‘No te está permitido tener la mujer de tu hermano’» (Mc 6,18). La muerte del Bautista es el testimonio martirial centrado en la persona de Jesús. Fue su Precursor en la vida, y también le precede ahora en la muerte cruel.

San Beda nos dice que «está encerrado, en la tiniebla de una mazmorra, aquel que había venido a dar testimonio de la Luz, y había merecido de la boca del mismo Cristo (…) ser denominado "antorcha ardiente y luminosa". Fue bautizado con su propia sangre aquél a quien antes le fue concedido bautizar al Redentor del mundo».

Ojalá que la fiesta del Martirio de san Juan Bautista nos entusiasme, en el sentido etimológico del término, y, así, llenos de Dios, también demos testimonio de nuestra fe en Jesús con valentía. Que nuestra vida cristiana también gire en torno a la Persona de Jesús, lo cual le dará su pleno sentido".

Reflexión realizada por Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España) de Evangelli.net

viernes, 28 de agosto de 2015

"En verdad os digo que no os conozco’. Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora».

Evangelio (Mt 25,1-13): "En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: «El
Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: ‘¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!’. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: ‘Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan’. Pero las prudentes replicaron: ‘No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis’. Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’. Pero él respondió: ‘En verdad os digo que no os conozco’. Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora».


REFLEXIÓN:

Nuestro Señor Jesús sigue insistiendo en lo mismo: VIGILANCIA Y PRUDENCIA Vigilantes de lo que sale de nuestro corazón, examen diario de conciencia; vigilancia de nuestra vida de piedad; y prudencia sin excesos en medio de la vida y en el corto tiempo que se nos ha brindado.

Hemos de vivir a la espera de aquél día: viviendo como si fuera el único día, el primero y el último. Entusiasmados como el día primero y prudentes como el último; es decir con alto sentido de responsabilidad que da la dignidad de estar hoy y aquí siendo sobre todo y ante todo HIJOS DE DIOS. 

Vivir con alegría  y responsabilidad en cada una de las cuestiones que Dios nos ha dado: el trabajo, el estudio, la familia, los hijos, los compañeros de trabajo, y el barrio, la comunidad cristiana a la que has sido llamado: como enviados y servidores de todos ellos. Estamos al servicio de todos.

Prudentes en todo. Pero qué es ser prudentes: ¿Que es la prudencia? es la "Virtud cardinal del catolicismo que consiste en discernir y distinguir lo que está bien de lo que está mal y actuar en consecuencia".

Actuemos en consecuencia.
examen de conciencia, confesión asidua, lectura del evangelio diario, y la oración en familia, cuestiones organizadas en medio del trabajo, estudio, trabajos u obligaciones de cada cual. Dios nos conceda vivir vigilantes y prudentes como San Agustín buscando permanentemente a Dios.





jueves, 27 de agosto de 2015

«Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor".

Evangelio de hoy jueves 27 de agosto (Mt 24,42-51): "En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa. Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien el señor puso al frente de su servidumbre para darles la comida a su tiempo? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. Yo os aseguro que le pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si el mal siervo aquel se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda’, y se pone a golpear a sus compañeros y come y bebe con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes».


REFLEXIÓN:

La lectura de Hoy, nos refiere una advertencia bastante clara:«Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor". Si estamos convencidos que la conversión dura toda la vida, la preparación para ir a la casa del Padre es continua, permanente, diaria.
Lo cierto es que HEMOS DE VELAR, de cuidar, nuestra vida cristiana todos los días de nuestra vida, viviendo como si fuera el último. Tenemos fecha de caducidad, no sabemos qué día pero sí sabemos que un día, más tarde o más temprano.

Lo incierto entonces es que no sabemos cuando: tanto para la hora de nuestra muerte, como para el fin del universo. Y ambos efectivamente son la venida de nuestro Señor. 

¿Qué hay que hacer?: mantenerse FIEL Y PRUDENTE. Lo dice el mismo Jesús por que al siervo fiel y prudente será Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. Yo os aseguro que le pondrá al frente de toda su hacienda.
Hemos de saber corresponde en nuestra vida, ver qué hacemos hoy en el Reino de Dios y agotar nuestros esfuerzos por ser coherentes con el Evangelio, con nosotros mismos, con los demás, con Dios. Es necesario embarcarse en los quehaceres de nuestro Señor.

Esta es la viña del Señor: el mundo. ¿Qué haces en el plan de salvación? En el tiempo que se te ha dado, en la vida que vives y con quienes te rodean. Has sido puesto allí donde estas para alimentar de la Palabra que da Vida eterna a los tuyos:¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien el señor puso al frente de su servidumbre para darles la comida a su tiempo?. 

No te olvides eres siervo en esta viña del Señor.
¿Sólo estás en tus cosas?

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISIÓN DE CATEQUESIS

miércoles, 26 de agosto de 2015

"...por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad

Evangelio de hoy miercoles 26 de agosto (Mt 23,27-32): En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: ‘Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!’. Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!».


REFLEXIÓN:

Dios es la Verdad, por tanto está lejos de toda mentira, y de quienes la promueven incluso la viven. 

Los hijos de Dios que llevan grabados su Ley no en tablones de piedra sino en el corazón, hemos de luchar por ser sinceros, íntegros, sencillos, de una sola pieza en primer lugar con Dios, luego con nosotros mismos y después con los demás.

La sinceridad y la coherencia se ha de vivir sobre todo en la Confesión. Hemos de vivir la confesión, preocupándonos por estar confesados de tal forma que la sinceridad bien vivida sea ante todo con Dios. 
Luego, el hecho de vivir preocupados por confesarse es vivir esa sinceridad no sólo con Dios; sino también con nosotros mismos.
El examen de conciencia de cada acto, sentimiento o reflexión, nos predispone a ser coherentes también con los demás.

Si vivimos la confesión, las insidias, las tentaciones, las caídas expuestas ante el confesor no es otra cosa que mostrar las heridas del alma en la batalla de la vida por el hecho mismo de ser cristiano. Que van desde asumir las propia responsabilidad, para no presumir de lo que no somos y que fácil se puede caer en apariencias. No hay mejor lucha para los cristianos que sabiéndose pecado en sí mismo acude a la confesión en medio del mundo: Si somos sinceros con Dios, lo seremos sobre todo con nosotros mismos; confesados nos mostramos sin apariencias a los demás.

«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!. Jesús, quiere vida sobre todo del alma y del corazón, de fondo que es lo que no tenían los fariseos y la hipocresía que Jesús condenaba y condena.
Necesitamos ir a Dios, al mirar los trasfondos del alma y de nuestra propia vida caeremos en la cuenta que es necesario ir a la confesión. No se puede ser cristiano sin confesión. Un alma sin confesión no tiene vida, no florece, ni siembra; sino sólo desparrama. No produce frutos.

Que Dios nos conceda sobretodo ser sinceros con Dios en la raíz misma de una profunda confesión continuamente vivida por que la conversión no es de un instante sino que dura toda la vida. 


A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISIÓN DE CATEQUESIS





martes, 25 de agosto de 2015

"¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!».

Evangelio de hoy martes 25 de agosto (Mt 23,23-26): "En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y codicia! ¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!».

REFLEXIÓN:

Jesús exige UNIDAD  de vida en los cristianos, no la doblez ni la doble moral. No la doble vida. Jesús en un lenguaje duro y estricto exige coherencia, y rechaza todo tipo de hipocresía, en todos los miembros de la Iglesia, en los que  hacen cabeza y también en el pueblo. En ti y en mí. 

Nos dice Jesús: Esto es lo que había que practicar: la justicia, la misericordia y la fe! , sin descuidar el diezmo, lo que pocos o  nadie da a la Iglesia. EL Nuevo fariseísmo de los bautizados es no brindar el diezmo: ¿con cuánto sustentas a la Iglesia?. Es algo que los laicos no hemos de descuidar. Sin dejar de practicar la justicia, la misericordia y la fe.

Dios no deja de dar a cada quien lo que le corresponde, eso es Justicia; pero por sobretodo no deja  de exhortarnos a actuar con misericordia. Trata con justicia y con misericordia como quieres que Dios te trate con esa misma justicia y con esa misericordia.

Sin misericordia nuestro duro corazón no podrá se tratado sino con las palabras duras de nuestro Señor: ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y codicia! 

No son las acciones externas las que importan. Tampoco las apariencias, sino las verdaderas intenciones y los deseos mas internos. No es lo que los demás piensan de tí lo que te hace daño o lo que te hace bien, sino lo que en tu conciencia más íntima sabes lo que tú eres frente a Dios. Frente a esas exigencias de nuestro Jesús no nos queda otra cosa que actuar y vivir con sinceridad, coherencia, renunciando a la mentira y a la hipocresía de manera permanente para esa vida ascética cristiana católica que pide Jesús: ¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!»  Es hora de ir a la confesión , a la reconciliación con Dios y con los hermanos. Es hora de comprometernos con la coherencia de vida y unidad cristiana.

lunes, 24 de agosto de 2015

«Ven y lo verás».

Evangelio DE HOY 24 de agosto (Jn 1,45-51): En aquel tiempo, Felipe se encontró con
Natanael y le dijo: «Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret». Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?». Le dice Felipe: «Ven y lo verás». Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?». Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

REFLEXIÓN:

Cuando el cristiano conoce a Jesús, no puede dejar de anunciarlo a sus amigos: «Ven y lo verás». Su catequesis se hace tan natural como natural es su relación de amigo con sus amigos. 

No puede vivir esa experiencia para sí sólo; es necesario llevar a Cristo a los demás, hacerse el encontradizo con los amigos y comunicarlo con alegría natural que han encontrado al Mesías: "Felipe se encontró con Natanael y le dijo: «Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret»; sin embargo Natanael duda y con toda incredulidad humana replica: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?». 

Qué fácil se nos hace descalificar pueblos, personas, realidades. 

Convencido Felipe del Mesías que ha encontrado le responde: «Ven y lo verás?»

Natanael era un judío que esperaba el día del Señor, probablemente mucho tiempo de oración pasaba bajo la higuera, a cuya sombra iba para ese encuentro con el Padre; algo que guardaba y reservaba para sí sólo y que sólo Dios sabía. Jesús al verlo llegar y que El todo conoce dice a todos de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Natanael muy sorprendido le pregunta: «¿De qué me conoces?»
Y Jesús le brinda una respuesta todavía más sorprendente: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». 

Ese ver a Natanael debajo de la higuera, ese ver esa intimidad que sólo Dios Padre sabe; hizo que Natanael respondiera: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Y Jesús que no se gana en generosidad promete que verán la Gloria en vida, anuncia su transfiguración y anuncia también su Gloria celestial más allá de la visión humana por los siglos de los siglos: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISION DE CATEQUESIS

SANTA ROSA DE LIMA EN DOCUMENTALES, RUMBO AL 30 DE AGOSTO

El verdadero rostro de Santa Rosa de Lima, a partir de su cráneo.
Desde 1671, cada 30 de agosto los limeños se visten de fiesta para rendirle homenaje a la patrona de la ciudad: Santa Rosa de Lima.
Rosa de Santa María, como era conocida antes de su canonización, según sus seguidores ha concedido numerosos milagros que le han ganado devotos no sólo en el Perú sino también en otros lugares del mundo, hasta el punto de convertirse en patrona del Perú, América y las Filipinas.

Devoción:

La casa de Santa Rosa de Lima, conserva aún los lineamientos que tuvieron en el siglo XVI, época en que vivio Rosa. Es visitado anualmente por miles de devotos, peregrinos y turistas quienes recorren los ambientes que estuvieron ligados a su vida.

Aún se conservan como reliquias una ermita donde ella rezaba y un pozo de veinte metros de profundidad, donde sus devotos depositan sus deseos escritos.

La Basílica-Santuario, fue empezada luego de su canonización, con posteriores restauraciones durante los siglos XVII - XX hubo de ser remodelada e inaugurada finalmente el 24 de agosto de 1992, Este lugar es principal punto de peregrinación de todo el Perú y su arraigo popular es comparable a la Virgen de Guadalupe en México.

La figura de Santa Rosa de Lima se mantiene en el corazón del pueblo peruano como un símbolo de integración nacional.

Es Patrona de institutos policiales y armados: Policía Nacional de la República del Perú y de las Fuerzas Armadas de Argentina, de América y de las Filipinas.
SUCEDIÓ EN EL PERÚ PARTE 2

SUCEDIÓ EN EL PERÚ PARTE 3


SUCEDIÓ EN EL PERÚ PARTE 4

domingo, 23 de agosto de 2015

«Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios»

Evangelio (Jn 6,60-69): "En aquel tiempo, muchos de los que hasta entonces habían
seguido a Jesús dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?». Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen». Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre». 
Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con Él. Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?». Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios»

REFLEXIÓN:

Cuando se escucha el Evangelio hay siempre dos posiciones:
La primera son los muchos que dicen: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?» 
La segunda son los que como Pedro refieren:«Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna".

Hay que entender que la Catequesis de Jesús está enfocada en guiarnos a la vida eterna, y en esa guía sus palabras vivas no pueden entenderla todos, ni aceptarlas «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre». La fe es un don de Dios Padre que se le entrega a quien abre su vida a El. Muchos ya de por si la tienen cerrada,  por eso no pedimos sino que Dios Padre nos conceda a todos ir a Cristo, Camino, Verdad y Vida: en el Evangelio, en la Iglesia Cuerpo de Cristo y en los Sacramentos.

Y el mismo Jesús nos explica: "El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen».
Por eso hemos de redoblar las acciones, para que todos crean. Ahora están las redes sociales y aunque no reemplaza la eficacia de la palabra directa del catequesista, muchos conocerán y se acercarán a Dios a partir también de las redes, si hemos de estar más comunicados hemos de comunicar sobre todo la palabra de Dios. La eficacia de la misma la dará el Espíritu Santo.

Aún así son muchos los que no creen. Habían más creyentes con menos medios de comunicación que ahora.

Jesús sabe quienes creemos y quienes no. Por eso hemos de decir  muchas veces como jaculatoria, cada vez que pasemos por un templo católico: "CREO SEÑOR PERO AYÚDAME A CREER".
Por muchas razones y muy válidas razones también nosotros querremos irnos de la Iglesia y de la vida de fe: " entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con Él. Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Pregunta nuestro CRISTO AMIGO y me pregunta a mi también: "¿también vosotros queréis marcharos?".
Prestos como Pedro, primeros en la respuesta digamos al unísono, pidiendo al Espíritu Santo que por misericordia de Dios seamos muchos: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios»
No nos quedaremos por que merezcamos quedarnos; sino por pura misericordia de Dios. Todo el que se sienta indigno y el peor de todos los pecadores, tampoco se quiera ir; que piense que Dios deja las 99 que están bien y va en busca de la oveja perdida. Y si estás en el redil, de las felices 99 esfuérzate en la oración y en la eucaristía por que nadie mas caiga y se vaya.

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISIÓN DE CATEQUESIS

jueves, 20 de agosto de 2015

"Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos»

Evangelio (Mt 22,1-14): En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a los grandes
sacerdotes y a los notables del pueblo: «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió a sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía a otros siervos, con este encargo: ‘Decid a los invitados: Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda’. Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.

»Entonces dice a sus siervos: ‘La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda’. Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?’. Él se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes’. Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos».



REFLEXIÓN:

Los sacerdotes y los notables del pueblo veían en Jesús, al Hijo del carpintero, al hijo de María, una moradora del pueblo; hijo y uno más del pueblo.  Y sin embargo hablaba con autoridad, y enseñaba con una catequesis distinta, a través de parábolas que dejaba pensando a todos; y que encerraba las mismas situaciones que El vivía y que con El muchos cristianos seguimos viviendo.

Los sabios, poderosos, notables, incluso los sacerdotes de su tiempo ¿cómo se sentirían al recibir enseñanzas del hijo del carpintero?, no veían a Dios, ni el mensaje de Dios, salido de sus labios a pesar de su Palabra Viva y los milagros salidos de sus manos.Veían a uno más.

Cuando el corazón se cierra, es imposible cultivar y nutrirse de la gracia de Dios.

Vienen las bodas del Cordero, donde Cristo haría su Alianza con el nuevo Pueblo que es la Iglesia, hoy su Esposa, y los notables, sacerdotes y sabios del pueblo no estarían.

Pero muchos no del pueblo judío seríamos invitados, pero los invitados no podemos ir como queremos; hemos de estar con el traje de boda: Con todo el esfuerzo y la correspondencia de alma y de cuerpo que permita cultivar y vivir de la gracia de Dios en nuestra vida; la oración asidua nutriéndose de los sacramentos de la Esposa de Cristo, La Iglesia MATER ET MAGISTRA. Por eso Jesús preguntara:  ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?’. Él se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes’. Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos».

Si has sido invitado, ten el traje bien puesto; vive y nútrete de los sacramentos, de la gracia de Dios: Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos»

miércoles, 19 de agosto de 2015

"¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?".

Evangelio (Mt 20,1-16): En aquel tiempo, Jesús dijo a los discípulos esta parábola: «El
Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Salió luego hacia la hora tercia y al ver a otros que estaban en la plaza parados, les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo’. Y ellos fueron. Volvió a salir a la hora sexta y a la nona e hizo lo mismo. Todavía salió a eso de la hora undécima y, al encontrar a otros que estaban allí, les dice: ‘¿Por qué estáis aquí todo el día parados?’. Dícenle: ‘Es que nadie nos ha contratado’. Díceles: ‘Id también vosotros a la viña’.
»Al atardecer, dice el dueño de la viña a su administrador: ‘Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros’. Vinieron, pues, los de la hora undécima y cobraron un denario cada uno. Al venir los primeros pensaron que cobrarían más, pero ellos también cobraron un denario cada uno. Y al cobrarlo, murmuraban contra el propietario, diciendo: ‘Estos últimos no han trabajado más que una hora, y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor’. Pero él contestó a uno de ellos: ‘Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario? Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti. ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?’. Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos».



REFLEXIÓN:

La vida eterna es el premio para todos. Lleguemos tarde o temprano si tenemos un corazón que ame de verdad, tendremos el premio. No se trata de abusar de la misericordia que con Dios nadie se juega, pero al que se le dio más se le exigirá más; pero simplemente como Pedro o como Pablo que lo dieron todo hasta el sacrificio, o como el Ladrón arrepentido crucificado al lado de Jesús, es el corazón al momento del juicio lo que cuenta.

Al final de la vida te juzgaran en el amor decía San Juan de la Cruz.

A decir de Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

"Hoy, la Palabra de Dios nos invita a ver que la “lógica” divina va mucho más allá de la lógica meramente humana. Mientras que los hombres calculamos («Pensaron que cobrarían más»: Mt 20,10), Dios —que es Padre entrañable—, simplemente, ama («¿Va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?»: Mt 20,15). Y la medida del Amor es no tener medida: «Amo porque amo, amo para amar» (San Bernardo")".

El hombre calcula, menos mal Dios no.
El hombre en sus mezquindades calcula, reclama, juzga al fin seres de tiempo y espacio sacan cuentas y ven cuánto le corresponde por sus esfuerzos y lo que merecen los otros por sus obras. Jesús pregunta:¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?’. 
Dios ama.
Va en busca de la oveja perdida
Es el Buen Pastor, no quiere perder a una sola.
Algunos lo encuentran temprano otros muy tarde, algunos desde en su mies trabajan toda su vida; la lógica humana no sirve en la contabilidad de Dios: "Los últimos serán los primeros"-

ES UN DIOS DE AMOR Y EN EL AMOR TODO SE EXPANDE SIN LIMITE NI MEDIDA Y ETERNAMENTE. Sólo ama.

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISIÓN DE CATEQUESIS

martes, 18 de agosto de 2015

«Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible».

Evangelio de hoy Martes (Mt 19,23-30): "En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos». Al oír esto, los discípulos, llenos de asombro, decían: «Entonces, ¿quién se podrá salvar?». Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible». 

Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues?». Jesús les dijo: «Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros».



REFLEXIÓN:

Es difícil que un rico entre al Reino de los Cielo, no por que sea malo ser rico en sí mismo; sino porque vive pegado a las cosas de éste mundo, a los bienes, y a sus logros como si fuera el fin en sí mismo; sin tener en cuenta que el fin mismo es Dios y que todo es solo medios para llegar a El. 

En ese sentido hay tantos ricos que son pobres, y tantos pobres que son ricos. El Espíritu de pobreza del que habla la Iglesia entonces no es la incapacidad de poseer; sino que todo cuanto es y tiene esta al servicio de los demás, convencido que peregrino en la tierra su vida es una historia finita: Tiene fin y término. Y convencido de su encuentro con el Padre como fin último solo está al servicio de sus hermanos los hombres mientras pasa peregrino como tierra transformada en la Tierra a donde regresa.

Hay tanto rico pobre engrandecido por su soberbia, por su falta de humildad, por que mira bajo el hombro a sus prójimos, sentado en vanalidades, concentrado en lo superfluo, en la busqueda de placer desordenado, en sus ambiciones sin límites que no tiene tiempo y espacio para Dios: «Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos". Para un corazón empachado y engolado de si mismo, no hay lugar para Dios, entonces Jesús insiste: "Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos».

No hay lógica posible alguna para el egoísta y soberbio. No hay espacio para la vanidad. El orgullo exagerado y los falsos respetos.

Hay muchos que dejándolo todo, lo han seguido, y han dejando testimonio de su fe, ahí tenemos a los santos, Santa Rosa, San Martín de Porres, San Juan Masías, nuestros Santos peruanos intercediendo por nosotros:«Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel." 

Nosotros los que estamos de camino somos IGLESIA MILITANTE, nuestros santos son la IGLESIA GLORIOSA los que ya gozan de la presencia del Señor y estan ante la Corte celestial.
En esa Iglesia Militante hay quienes hacen cabeza que es el Clero, a los que el Señor paga el ciento por uno más la vida eterna; y los que lo siguen somos el Pueblo, los laicos todos los bautizados. 
También los fallecidos forman la IGLESIA PURGANTE, por quienes debemos rezar mucho, a fin de aplacar sus sufrimientos.

Y para todo el que siga a nuestro Señor Jesús nos ofrece la vida eterna y siempre estar pendiente de nuestras necesidades en la Tierra:"Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna".

Pero cuidado, que la tentación y las pruebas estarán presentes a lo largo de tu peregrinaje y puedes caer, tentaciones y pruebas nunca de modo sobrenatural sino en el transcurso de la vida misma, de manera muy sutil y a veces sin darnos cuenta; por eso esta en el Padre Nuestro el "NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN MAS LIBRANOS DE TODO MAL. AMEN" 
Que Dios nos libre de todo mal por que: "... muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros».

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISIÓN DE CATEQUESIS.