NOVENA A CRISTO AMIGO
CUARTO
DÍA:
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Meditación:
En
Cesárea de Filipo, al norte de Palestina, Pedro dijo a Jesús que era el Cristo,
el Mesías, el Hijo de Dios vivo, y Jesús le prometió a Pedro ser el Primado de
la Iglesia. Desde entonces, recuerda San Mateo, comenzó Jesús a manifestar a
sus discípulos que Él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los
ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al
tercer día. Escoge especialmente a Pedro, sobre el que edificará su Iglesia,
contemplar la Transfiguración. Piedra que está hoy en el Vaticano.
Ante
la dimensión de la realidad del llamado de Dios contemplado desde nuestra
humanidad es natural sentir temor y miedo. Por eso Pedro cae de bruces a ras
del suelo, y Jesús que nunca está lejos de nuestros temores y de nuestras dudas
se les acerca: “se acercó Jesús y los tocó y les dijo:
—Levantaos y no tengáis miedo”
Se
acerca, toca a la persona de Pedro. El cariño de Dios Hijo es grande, contempla
hoy sólo esta escena, como Jesús nuestro Cristo Amigo es cercano a nuestros
miedos y temores. Cercano a nuestras dudas.
Cada vez que tengas, miedo del futuro, de la muerte, de la vida, de la vocación recibida, de las dudas de fe, ante la angustia, el dolor ve a Jesús sacramentado y llévale tu temor, tu miedo y tu duda. Tendrán la dicha de ser tocados por el Maestro, y su voz en el fondo de tu conciencia que es su morada, su tienda de Dios, escucharás también que te dirá NO TENGÁIS MIEDO, YO ESTOY CONTIGO DONDEQUIERA QUE VAYAS.
También a ti nuestro Señor te toca, el Señor se acerca, y te dice LEVÁNTATE
Cada vez que tengas, miedo del futuro, de la muerte, de la vida, de la vocación recibida, de las dudas de fe, ante la angustia, el dolor ve a Jesús sacramentado y llévale tu temor, tu miedo y tu duda. Tendrán la dicha de ser tocados por el Maestro, y su voz en el fondo de tu conciencia que es su morada, su tienda de Dios, escucharás también que te dirá NO TENGÁIS MIEDO, YO ESTOY CONTIGO DONDEQUIERA QUE VAYAS.
También a ti nuestro Señor te toca, el Señor se acerca, y te dice LEVÁNTATE
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La Transfiguración en el Evangelio de San Mateo: 17, 1-9
1
Seis días después, Jesús se llevó con él a Pedro, a Santiago y a Juan su
hermano, y los condujo a un monte alto, a ellos solos. 2 Y se transfiguró ante
ellos, de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus
vestidos blancos como la luz. 3 En esto, se les aparecieron Moisés y Elías
hablando con él. 4 Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús:
—Señor, qué bien estamos aquí; si quieres haré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
5 Todavía estaba hablando, cuando una nube de luz los cubrió y una voz desde la nube dijo:
—Éste es mi Hijo, el Amado, en quien me he complacido: escuchadle.
6 Los discípulos al oírlo cayeron de bruces llenos de temor. 7 Entonces se acercó Jesús y los tocó y les dijo:
—Levantaos y no tengáis miedo.
8 Al alzar sus ojos no vieron a nadie: sólo a Jesús. 9 Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó:
- No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.
—Señor, qué bien estamos aquí; si quieres haré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
5 Todavía estaba hablando, cuando una nube de luz los cubrió y una voz desde la nube dijo:
—Éste es mi Hijo, el Amado, en quien me he complacido: escuchadle.
6 Los discípulos al oírlo cayeron de bruces llenos de temor. 7 Entonces se acercó Jesús y los tocó y les dijo:
—Levantaos y no tengáis miedo.
8 Al alzar sus ojos no vieron a nadie: sólo a Jesús. 9 Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó:
- No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.
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Oración:
Dios Padre Todopoderoso y eterno, que permitiste que Pedro, el elegido como piedra para la construcción de tu Iglesia, contemplara tu Transfiguración, y contemplando y oyendo al Padre sintiera profundo temor y tú que no estas lejos de temor alguno te acercas, lo tocas y le dices LEVANTE NO TENGÁIS MIEDO, permite que nosotros vivamos siempre levantándonos de todos nuestros miedos y caídas.
Dios Padre Todopoderoso y eterno, que permitiste que Pedro, el elegido como piedra para la construcción de tu Iglesia, contemplara tu Transfiguración, y contemplando y oyendo al Padre sintiera profundo temor y tú que no estas lejos de temor alguno te acercas, lo tocas y le dices LEVANTE NO TENGÁIS MIEDO, permite que nosotros vivamos siempre levantándonos de todos nuestros miedos y caídas.
HIMNO
• Jaculatoria:
-Señor en tus manos encomendamos nuestra comunidad Cristo Amigo
-Tú el Dios leal nos tocarás y nos levantarás.
-Te encomendamos nuestra comunidad
-Gloria al Padre al Hijo y al espíritu Santo
- En tus manos Señor encomendamos nuestra comunidad Cristo Amigo
• Jaculatoria:
-Señor en tus manos encomendamos nuestra comunidad Cristo Amigo
-Tú el Dios leal nos tocarás y nos levantarás.
-Te encomendamos nuestra comunidad
-Gloria al Padre al Hijo y al espíritu Santo
- En tus manos Señor encomendamos nuestra comunidad Cristo Amigo
Padre Nuestro, Ave María, A San José y Gloria.
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