lunes, 24 de agosto de 2015

«Ven y lo verás».

Evangelio DE HOY 24 de agosto (Jn 1,45-51): En aquel tiempo, Felipe se encontró con
Natanael y le dijo: «Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret». Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?». Le dice Felipe: «Ven y lo verás». Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?». Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

REFLEXIÓN:

Cuando el cristiano conoce a Jesús, no puede dejar de anunciarlo a sus amigos: «Ven y lo verás». Su catequesis se hace tan natural como natural es su relación de amigo con sus amigos. 

No puede vivir esa experiencia para sí sólo; es necesario llevar a Cristo a los demás, hacerse el encontradizo con los amigos y comunicarlo con alegría natural que han encontrado al Mesías: "Felipe se encontró con Natanael y le dijo: «Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret»; sin embargo Natanael duda y con toda incredulidad humana replica: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?». 

Qué fácil se nos hace descalificar pueblos, personas, realidades. 

Convencido Felipe del Mesías que ha encontrado le responde: «Ven y lo verás?»

Natanael era un judío que esperaba el día del Señor, probablemente mucho tiempo de oración pasaba bajo la higuera, a cuya sombra iba para ese encuentro con el Padre; algo que guardaba y reservaba para sí sólo y que sólo Dios sabía. Jesús al verlo llegar y que El todo conoce dice a todos de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Natanael muy sorprendido le pregunta: «¿De qué me conoces?»
Y Jesús le brinda una respuesta todavía más sorprendente: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». 

Ese ver a Natanael debajo de la higuera, ese ver esa intimidad que sólo Dios Padre sabe; hizo que Natanael respondiera: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Y Jesús que no se gana en generosidad promete que verán la Gloria en vida, anuncia su transfiguración y anuncia también su Gloria celestial más allá de la visión humana por los siglos de los siglos: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISION DE CATEQUESIS

No hay comentarios:

Publicar un comentario