lunes, 3 de agosto de 2015

NOVENA SEXTO DÍA "AL ALZAR SUS OJOS NO VIERON A NADIE: SOLO A JESÚS"

NOVENA A CRISTO AMIGO:

SEXTO DÍA:

-Al alzar sus ojos no vieron a nadie: solo a Jesús .

·        Meditación:

El misterio de la Transfiguración que celebramos no sólo fue un signo y anticipo de la glorificación de Cristo, sino también de la nuestra, pues, como nos enseña San Pablo, el Espíritu da testimonio junto con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.

Y si somos hijos también herederos: herederos de Dios, coherederos de Cristo; con tal que padezcamos con Él, para ser con Él también glorificados (Rom 8, 16-17). Y añade el Apóstol: Porque estoy convencido de que los padecimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria futura que se ha de manifestar en nosotros (Rom 8, 18).

Cualquier pequeño o gran sufrimiento que padezcamos por Cristo nada es si se mide con lo que nos espera.

El Señor bendice con la Cruz, y especialmente cuando tiene dispuesto conceder bienes muy grandes. Si en alguna ocasión nos hace gustar con más intensidad su Cruz, es señal de que nos considera hijos predilectos.

Pueden llegar el dolor físico, humillaciones, fracasos, contradicciones familiares... No es el momento entonces de quedarnos tristes, sino de acudir al Señor y experimentar su amor paternal y su consuelo.

Nunca nos faltará su ayuda para convertir esos aparentes males en grandes bienes para nuestra alma y para toda la Iglesia. “No se lleva ya una cruz cualquiera, se descubre la Cruz de Cristo, con el consuelo de que se encarga el Redentor de soportar el peso” (J. Escrivá de Balaguer, “Amigos de Dios”). Él es, Amigo inseparable, nuestro CRISTO ES AMIGO quien lleva lo duro y lo difícil. Sin Él cualquier peso nos agobia. Y cuando nos agobia nos dice: “Vengan a mí los que están cansados y agobiados y yo los confortaré”.

Acostumbra a tus ojos que en toda circunstancia de la vida, al alzar los ojos solo veas a Jesús, nuestro Dios y Señor.


·        La Transfiguración en el Evangelio de San Mateo: 17, 1-9

1 Seis días después, Jesús se llevó con él a Pedro, a Santiago y a Juan su hermano, y los condujo a un monte alto, a ellos solos. 2 Y se transfiguró ante ellos, de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestidos blancos como la luz. 3 En esto, se les aparecieron Moisés y Elías hablando con él. 4 Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús:
—Señor, qué bien estamos aquí; si quieres haré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
5 Todavía estaba hablando, cuando una nube de luz los cubrió y una voz desde la nube dijo:
—Éste es mi Hijo, el Amado, en quien me he complacido: escuchadle.
6 Los discípulos al oírlo cayeron de bruces llenos de temor. 7 Entonces se acercó Jesús y los tocó y les dijo:
—Levantaos y no tengáis miedo.
8 Al alzar sus ojos no vieron a nadie: sólo a Jesús. 9 Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó:
- No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.

·        Oración:

Señor Dios, Cordero de Dios Hijo del Padre, concédeme a ver en el sufrimiento, contradicciones, y padecimientos el medio por el que forjas nuestras almas, de tal forma que nos hagamos corredentores con el Hijo, misericordiosos con el Padre y lleno de caridad con el amor del Espíritu Santo que los une.
En la fiesta de la transfiguración permíteme ver ¿Qué quieres que  haga Señor Jesús?, ¿qué quieres tú de mí?, y concédeme responderte: Aquí estoy porque me has llamado, dispuesto a buscar tu voluntad.

·        Himno a Cristo Amigo

·        Jaculatoria:

-Señor en tus manos te encomiendo mi espíritu
-Tu  el Dios leal nos librarás.
-Te encomiendo mi espíritu
-Gloria al Padre al Hijo y al espíritu Santo
- En tus manos Señor te encomiendo mi espíritu


Padre Nuestro, Ave María, A San José y Gloria.

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