«Yo os digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios"

Evangelio (Lc 12,8-12): "En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os digo: Por

todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.

»Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir».

REFLEXIÓN:

Nuestro Señor Jesús como lo dijo San Juan Crisostomo quiere que le confesemos publicamente, el Santo expresaba que  "Dios no se contenta con nuestra fe interior; El pide la confesión exterior y pública, y nos mueve así a una confianza y a un amor más grandes". 

Confesión exterior y pública de Cristo así lo pide nuestro Señor en su Evangelio: «Yo os digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

Y ahora, las redes sociales es una forma de confesar de manera exterior y publica nuestra fe en Jesús. No basta con el crecimiento interior de nuestra espiritualidad esa cosecha que la hemos recibido por gracia pura, por gracia pura la hemos de compartir con los demás. Una sabiduría que ha llenado nuestra vida y nos ha direccionado para nuestro bien hemos de compartirla para el bien de los demás.

Compartirla ademas con la asistencia del Espíritu Santo cuyas  luces rectifican la conciencia del hombre. Un cristiano que se sostiene de la oración y de los sacramentos encontraran la asistencia del Espíritu Santo. El Espíritu Santo va abriendo caminos en los cristianos que rezan y comulgan en medio de su pecaminosidad redimida una y otra vez con la confesión asidua; y con esa asistencia del Espíritu realizar esa confesión externa y pública que pide el Maestro.

La deformación de la verdad sí no será perdonada; la advertencia del mismo Dios Hijo es clara: A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Hemos de pedir entonces los dones del Espíritu Santo para mantenernos en esa verdad que Jesús quiere que transmitamos. Eso implica crecer en confianza en Dios. 

Porque la gran promesa de su asistencia nos mantiene y nos sostiene en el propósito que un día recibimos: no os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir».Confia en Dios, confía en tu Padre, confía en el Hijo, y confía en el Espíritu Santo, y con esa confianza dale Gloria. La confianza crece en la audacia y en el riesgo, nunca en el no hacer nada.

HAZ DE TU VIDA UNA HISTORIA DE TU VIDA CON DIOS, CORRESPONDE A LAS LLAMADAS "EGO VOCASTI ME" . AQUI ESTOY POR QUE ME HAS LLAMADO.

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO

COMISION DE CATEQUESIS