martes, 29 de septiembre de 2015

«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño»

Evangelio de hoy (Jn 1,47-51): "En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y
dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?». Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

REFLEXIÓN

Dios Padre te conoce, desde el fondo de tu corazón, de tus emociones; y desde el fondo de tu conciencia misma, El sabe quién realmente eres, y  te conoce más de lo que tú mismo crees conocerte.
Dios Hijo te quiere, más de lo que tú mismo crees quererte y aceptarte, Dios Hijo te perdona pero tienes que aceptarte y quererte mucho a tí mismo. Si no te quieres a tí mismo difícilmente podrás querer bien a quien espera por ti ser amado. Nuestro Señor Jesús te ama. Y nadie te ama como El.
Dios Espíritu Santo, habita en ti, Habita y quiere habitar más, está más presente de lo que tú mismo crees que está: ¿No sabes que eres templo del Espíritu Santo ? . Si guardas silencio y lo escuchas lo veras en el fondo de tu conciencia misma. No te asuste pero Dios está en ti. Dentro de ti mismo en el interior de tu conciencia.
Si esto hubiera sabido Natanael, no hubiera dicho a la humanidad de Jesús lo que primero le dijo:«¿De qué me conoces?»
Diríamos: Tú señor lo sabes todo.
Jesús quiere y alaba corazones enteros, dispuestos, sinceros, concretos como el de Natanael de quien dijo: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño»
.
Que esa sea nuestra aspiración:  vivir la verdad en la verdad y con la Verdad, de tal forma que no haya engaño en nosotros mismos. Dios que lo sabe todo nos dé la gracia necesaria y suficiente para ir creciendo en esa verdad que El quiere que vivamos. De tal manera que podamos  un día contemplar su gloria:  «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISION DE CATEQUESIS


No hay comentarios:

Publicar un comentario