viernes, 11 de septiembre de 2015

"saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano»

Evangelio de hoy (Lc 6,39-42): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta
parábola: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo por encima del maestro. Todo discípulo que esté bien formado, será como su maestro. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo’, no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano».

REFLEXIÓN:

Sin duda nos falta mucho para hablar de Dios y atrevernos siquiera a enseñar el camino de la gracia: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego?".
Se necesita formación, para poder entender mejor la Verdad.

Los sacerdotes se forman en seminarios, y tienen atención espiritual para perseverar en el Camino, sus propios hermanos, buscan la dirección espiritual, y van al seminario para estar enclavados en la fuente misma de su acción.
¿Y los laicos?, hace falta formar al pueblo de Dios para que sigan a sus pastores con mayor consciencia, con mayor formación de la consciencia de a quien seguimos: con Cristo, con El y en El. Porque Todo discípulo que esté bien formado, será como su maestro.

Estamos como en la guerra, los laicos, son como carne de cañón que el mal zarandea sin mucho esfuerzo. Se juegan incluso la vida eterna en sus descuidos y fragilidades. Ya lo dijo Cristo solo es discípulo bien formado será como su Maestro. Y los que no nos parecemos mucho a Cristo es porque nos falta formación. Qué importante seria un Instituto de Laico; no con la intención de vivir enseñando Teología, o suplir acciones o funciones parroquiales; sino por que tenemos alma. Un alma capaz de celebrar los tiempos litúrgicos durante el año, celebrando las fiestas litúrgicas, con el rezo diario del rosario, con la confesión frecuente, la comunión de los domingos, la visita al santísimo, la lectura del evangelio en familia, y todo eso dentro de la profesión u ocupación laboral que cada uno tenga.

Un Instituto del Laico para recibir formación y poder sacar adelante a la familia con sentido cristiano. Los seminarios deberían tener otra dimensión que formar seminaristas y sacerdotes, se requerir laicos comprometidos y consagrados más allá de su labor profesional o técnica, obrero u empleado; hombres y mujeres, no necesariamente insertos en grupos parroquiales; por que tienen alma y tienen suficiente tarea con su familia y sus amigos.

Por que no podemos ser hipócritas: ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo’, no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo?.

Que Dios nos conceda ser jueces de nadie, sino prójimos (próximos) de todos y que los ayudemos en sus errores: ¿Cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo’, no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo?. Y que también nos conceda la formación de una recta conciencia cristiana que nos permita lo que El manda: , "saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano»

Que te vea Señor incluso en las caídas de nuestros hermanos, no para acusar la razón de sus heridas sino atender las heridas mismas; que eso es lo que hace el Padre Misericordioso que nos pide desde ayer y desde siempre SED MISERICORDIOSO COMO VUESTRO PADRE MISERICORDIOSO ES, pero para eso se necesita FORMACIÓN.

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISIÓN DE CATEQUESIS


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