jueves, 10 de septiembre de 2015

»Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.

Evangelio de hoy (Lc 6,27-38): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os digo
a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los ingratos y los perversos. 

»Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá».



REFLEXIÓN:

¿Qué hijo no se parece a su padre?

Nosotros nos pareceremos más a Dios Padre, a Cristo Jesús en la medida que somos misericordiosos. "Sed misericordioso como vuestro Padre celestial misericordioso es". Y aquí está Jesús exhortándonos a ser ampliamente comprensivos, pacientes, agentes de paz sin límite, pidiéndonos no un imposible, sino algo que corresponde a nuestra naturaleza si forzamos la voluntad:Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen.

No quiere que respondamos mal por mal por que busca la paz. Por que al mal solo se ahoga en abundancia de bien: "Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis?".

No basta ser buena gente, Jesús exige el bien sin límites, el bien para quien no se porta bien, es lo que hemos de obrar como cristianos: Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los ingratos y los perversos. El cristiano ha de buscar hacer el bien a los ingratos y perversos. Un bien sin límites; por que entonces y solo entonces : seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los ingratos y los perversos.

Dios es nuestra medida, es un llamado muy fuerte a endiosarnos: »Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. Te pide la misma compasión que Dios tiene para sus hijos, y es una condicionante para el trato contigo: "...y perdona nuestras ofensas así como perdonamos a los que nos ofenden" que es lo que nos enseñó en el Padre Nuestro: No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Eso en cuanto al perdón.

Y esto en cuanto a la generosidad, cómo atiendes las necesidades de los demás: Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá».Con la medida con que atiendes las necesidades de los que tocan tu puerta con esa medida atendera tus necesidades: ¿Cómo va tu generosidad con los demás?, ¿cómo va el trato a los demás?, ¿cuanto juzgas a los demás?, ¿cuanto perdonas?, ¿cuánto resentimiento guardas?: "Porque con la medida con que midáis se os medirá».

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO


COMISIÓN DE CATEQUESIS


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