jueves, 24 de septiembre de 2015

¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?». Y buscaba verle"

Evangelio (Lc 9,7-9): "En aquel tiempo, se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que
pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?». Y buscaba verle".


REFLEXIÓN:

Hoy el Papa Francisco se encuentra en ESTADOS UNIDOS, y  muchas cosas buenas se dice en el mundo entero del Papa, Vicario de Cristo en la tierra, muchos pretendían tener en la Iglesia una voz acallada sobre el peso sí de los pecados y escándalos de muchos (por no decir de algunos) de sus miembros en la curia; también de quienes hacen cabeza en el pueblo peregrino de Dios que es la Iglesia. Pero si los hijos saben del escarnio nunca en esta Iglesia dejan de tener sobre todo la esperanza, afianzados en la resurrección de Cristo, esperamos la restauración del hombre y de su Iglesia, no solo en la vida eterna sino en esta vida presente:
Esperamos que el sordo escuche
Que el ciego vea.
Que el tullido camine.
Que el mundo hable.
Esperamos que el muerto vuelva a la vida como Lázaro.
Esperamos que la madre se levante de la fiebre a poner la mesa.
Que la hija,el hijo resucite y vuelva de sus descaminos.
Esperamos y esperamos contra toda esperanza afianzados sobre todo en la confianza más que en el hombre mismo sobre todo en Dios.

Vientos de reconciliación dentro y de fuera, siembra el Papa Francisco. A los hombres de dentro (con los Obispos y religiosas) y de fuera (en el Congreso) pide compromiso con el hombre; no se trata de afianzar religiones ni de estar al servicio de ideologías, pero sí de ver el trabajo de la gracia de Dios en tantos hombres y mujeres que sabiendo corresponder con su esencia construyen humanidad en la historia y en el presente, si antes era Abraham Lincoln, Doroty Day, Martin Luther King y Tomas Merton hoy lo son las Religiosas Católicas que son la expresión misma de la encarnación de cada profundo mensaje de humanismo; así como muchos hombres y mujeres de buena fe. 

Un mensaje que va a la esencia misma del hombre, de donde no nace sino todo amor por el fin mismo del ser humano: ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?».

La humanidad sabrá corresponder, a esa gracia de Dios que sigue pidiendo la vuelta a la naturaleza, el retorno al hombre y su grandeza que no es otra cosa que el encuentro con Dios en el hoy de su historia, de tu historia en cualquier parte del mundo: ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?». Y buscaba verle"

Si Dios está con nosotros, ¿quien en contra nuestra?. Ya está demostrado en Cristo Jesús que ni la muerte tiene poder en los hijos de Dios; para el Cristiano la muerte es vida.

A LA LUZ DE CRISTO AMIGO
COMISIÓN DE CATEQUESIS


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